Actualmente estoy jugando a Life Is Strange, un juego donde encarnamos a una joven adolescente que consigue el poder de regresar en el tiempo unos minutos y que utiliza para resolver algunas situaciones complicadas que se le presentan a lo largo del juego.

En cierto momento, la chica que está intrigada por lo que le sucede busca información en películas de ciencia ficción que traten sobre viajes temporales y como no estoy del todo de acuerdo con las películas que encuentra he decidido hacer mi propio listado de clásicos de esta temática.

Hoy vamos a hablar del famoso libro de Philip K. Dick en el que se inspiró Ridley Scott para hacer la película Blade Runner: ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?

Has comido en un par de restaurantes japoneses, te has aficionado al anime y has tenido alguna novia japonesa. Ahora, en una parte de tu pequeño cerebro piensas que el japonés sería un buen idioma para aprender.

Te imaginas traducir videojuegos! o manga! o incluso anime! Conocer chicas japonesas, impresionar a tus amigos! Quizás vayas a Japón y te transformes en un dibujante de manga… Si! Suena como una gran idea!

EQUIVOCADO !!

Hoy recupero una entrada de mi antiguo blog donde hablaba de algunas películas relacionadas con el hacking que salieron en los años 90.

En aquel artículo empezaba hablando de mi primera experiencia en Internet y de cómo literalmente, aquel primer día de conexión, lo que hice mediante ingeniería social, fue conseguir acceso de administrador en un canal de IRC y expulsar a toda la gente que había de conectada.

Durante estos seis meses el proyecto ha ido creciendo y lo que en un principio era un pequeño blog personal, ha ido evolucionando a algo mucho más grande, que aún le queda mucho para que, desde fuera, se pueda distinguir lo que será.

El proyecto me lo planteé para terminarlo a lo largo de todo un año, y ahora que estamos llegando al ecuador, me doy cuenta de que me faltan demasiadas cosas por hacer, y si sigo a este ritmo, no lo terminaré en este 2024.

A mi siempre me ha gustado mucho viajar y me había mudado infinidad de veces de ciudad, desde que me independicé con 17 años, pero nunca había vivido de esa manera, sin tener un apartamento ni cosas, pero me llamaba esa forma de vivir.

EL problema, es que cada vez que pensaba en hacer lo mismo que mi amigo, miraba alrededor y veía estanterías llenas de libros, películas, videojuegos, la televisión de 50 pulgadas... Y claro, no son cosas que puedas llevarte en un viaje sin fecha de retorno.

El mercat de Sant Antoni que se sitúa en el centro de la ciudad de Barcelona, es un mercado de barrio que los domingos se transforma y se llena de puestos de libros, películas, música, videojuegos y en general, un montón de cosas interesantes para coleccionar.

Lo primero en lo que nos fijamos cuando llegamos por primera vez es de la gran cantidad de gente que siempre hay rondando por los puestos así que si podéis, mejor que intentéis ir lo más pronto posible.

Mis andaduras por Internet comenzaron en 1995 cuando en mi instituto descubrí el único ordenador que teníamos con conexión y que utilizaba un módem de 14.400 baudios.

Internet ha cambiado mucho en estos 20 años y creo que merece la pena que repasemos algunas de las tecnologías que se han ido perdiendo por el camino… A ver cuántas conoces.

Newsgroups

¿Os acordáis de los grupos de noticias? Es probable que ni siquiera los conocieseis aunque hubieseis usado internet en aquellos años.

Las estadísticas dicen que todos los genios del mal fracasan en su primer año porque actuaban de forma irresponsable al creerse que nadie podría combatir con su poder. Yo he decidido prepararme y así evitar que el héroe anónimo de turno pueda vencerme.

Estas son las cosas que tendré presente:

Hoy vamos a recordar algunas de esas cosas que se dejaron de hacer en los 90 porque quedaron obsoletas u olvidadas ¿Estáis preparados para este viaje al pasado?

Llamar por teléfono

Yo aún recuerdo el día que llegó el instalador a ponernos teléfono fijo en el comedor y que tuve que ir a casa de mi mejor amigo, que vivía a un par de calles de distancia a preguntarle cuál era su número, para poder llamarle.