Películas de viajes en el tiempo
Actualmente estoy jugando a Life Is Strange, un juego donde encarnamos a una joven adolescente que consigue el poder de regresar en el tiempo unos minutos y que utiliza para resolver algunas situaciones complicadas que se le presentan a lo largo del juego.
En cierto momento, la chica que está intrigada por lo que le sucede busca información en películas de ciencia ficción que traten sobre viajes temporales y como no estoy del todo de acuerdo con las películas que encuentra he decidido hacer mi propio listado de clásicos de esta temática.
Regreso al futuro (1985)
Empezamos con la saga que posiblemente trata de forma más directa los dilemas al viajar en el tiempo con un toque de humor y unos personajes muy característicos.
Marty McFly es un chaval de 17 años que sufre los problemas propios de alguien de su edad pero su vida cambia cuando su curioso amigo Emmett Brown, científico que ha estado obsesionado con los viajes en el tiempo, le invita a presenciar la prueba de su nuevo prototipo de máquina temporal.
El experimento es un éxito pero en ese momento aparece un grupo terrorista que mata a Emmett y Marty se ve obligado a usar la máquina del tiempo para escapar de ellos volviendo a la fecha en la que sus padres se conocieron.
Terminator (1985)
En el año 2029 el mundo ha sido esclavizado por las máquinas pero la resistencia, liderada por John Connor ha encontrado la forma de vencerle.
Skynnet, la inteligencia artificial que lideró la rebelión de las máquinas envía un Terminator (ciborg con apariencia humana) al pasado para eliminar a la madre del líder de la resistencia con la esperanza de que este no nazca nunca.
La resistencia a su vez puede mandar un soldado humano para proteger a Sarah Connor a 1984 donde tendrá que encontrarla y protegerla aunque no le resultará tan sencillo explicarle de donde viene ni porque un robot del futuro quiere matarla.
La máquina del tiempo (1960)
Esta es una de las primeras películas que recuerdo haber visto sobre los viajes en el tiempo y en su día, siendo aún un chaval que se entretenía leyendo ciencia ficción, me gustó tanto como la versión de “viaje al centro de la tierra” de 1999.
A finales del siglo XIX un curioso científico inglés que había estado estudiando una cuarta dimensión construye una máquina que le permite viajar a través del tiempo.
En sus viajes descubre como la raza humana acaba separándose en dos razas evolutivas muy distintas, los Eloi que viven despreocupados y los Morlock que viven en la oscuridad y solamente salen de noche para cazar a los Eloi.
De esta película se hizo una nueva versión en 2002 que si bien contaba una historia muy parecida a la película original y a la propia novela de H.G Wells, es cierto que lo hace desde un punto de vista más actual y cambiando ciertos aspectos de los Eloi y los Morlock.
El efecto mariposa (2004)
Evan es un estudiante de psicología que un día descubre que a través de sus diarios, en los que relata los sucesos más importantes de toda su vida, puede viajar al pasado y cambiar algunas decisiones para alterar su presente.
De esta forma, entremezclando el pasado y diferentes presentes, el protagonista va cambiando decisiones clave que él considera que produjeron desastres a sus seres queridos.
Pero, al volver al presente se encuentra con diferentes versiones de la realidad en las que, aunque haya ayudado a alguien, otro de sus seres queridos o el mismo han sufrido una desgracia peor lo que le lleva a volver al pasado a intentar cambiarlo de nuevo.
El día de la marmota (2004)
Bueno, aunque esta película no trata específicamente de viajes en el tiempo sí que es cierto que el protagonista lo hace de forma involuntaria hacia el mismo día del año donde los mismos sucesos se repetirán una y otra vez, siendo él, el único consciente de la realidad que está viviendo.
Bill Murray encarna a un meteorólogo que es enviado a una pequeña población de Pennsylvania donde, cada 2 de febrero celebran el día de la marmota.
La trama se le tuerce a nuestro protagonista cuando descubre que está atrapado en un bucle temporal que le hace vivir el mismo día una y otra vez, cosa que en un principio le divierte pero que no tardará en agobiarle.