Yo de pequeño tuve la suerte de tener unas cuantas consolas, un ordenador y sobre todo un grupo de amigos con los que juntarme en los recreos a jugar con ellos a la Game boy y a cambiar juegos.
Por aquellos entonces teníamos un par de revistas de videojuegos, alguna de informática y recuerdo el día que salió un programa de videojuegos en la tele, como nos reunimos al día siguiente en el colegio a comentarlo.
Años más tarde incluso salieron películas de Mario Bros y Street Fighter… Bien, no fueron grandes títulos, pero oye… Al menos la de Mortal Kombat tenía una pasada de música y no daba tanta grima, jajaja.
Hoy en día es al revés… Hemos pasado de apenas tener contenido de videojuegos y comics a estar viviendo semanas donde tenemos capítulos de una serie del Señor de los anillos, Juego de tronos y She-Hulk.
Y mientras esperamos a que salga la nueva de The Witcher en Netflix, nos entretenemos con la serie Castlevania o con la serie de Cyberpunk Edgerunners de la que saqué una crítica ayer (guiño, guiño) …
No quiero decir que sea malo, al revés… Ojalá hubiéramos tenido la mitad de contenido cuando éramos pequeños, aunque creo que si hubiese sido el caso, no habríamos disfrutado tanto de casa novedad que nos llegaba.
En 1999 recuerdo estar en casa, mirando las noticias de como un grupo de españoles habían ido a EEUU a hacer una larga cola para ver el estreno del Episodio 1 y ahora yo, que no soy especialmente fan de la saga, ni sé cuántas series tenemos en Disney +.
Lo único malo que veo de esta era del friki, es la falta de tiempo material para consumir todo lo que nos ofrecen… ¿Cuántos juegos tenemos en Steam sin estrenar? Y ¿Películas o series pendientes de ver?
Y no hablemos de los libros, que son sin duda los más perjudicados en estos tiempos donde necesitamos consumir el contenido lo más rápido posible para pasar a lo siguiente en nuestra lista.
